La hermosa y famosa actriz Gaby Espino, nos responde algunas preguntas sobre su interesante y fructífera actividad profesional donde la vemos cada día más bella y mejor.
GABY, ¿CÓMO LOGRAS SER UNA PROFESIONAL EXITOSA Y UNA MAMÁ EJEMPLAR AL MISMO TIEMPO?
Si se puede, si se puede chica, se trata de ser organizada, de usar la cabeza, y como las familias son un equipo, la mía está muy consciente de la unión para ayudar cuando estoy fuera de la casa, especialmente cuando grabo telenovelas. Otras veces me escapo de mi actividad laboral para almorzar con mis hijos. Hay días en que no veo a mis hijos por la mañana porque están dormidos y al llegar en la noche también están dormidos, y eso me pega muchísimo, pero la mujer moderna sale a trabajar por su familia y eso me da satisfacción. Entonces pienso que cuando estoy realmente con mi familia aprovecho al máximo cada segundo, y les doy calidad de tiempo, ya que no hay cantidad. Gracias a Dios tengo etapas en mi trabajo, de pronto grabo nueve meses y tengo unos meses para estar con mi amada familia, en ese tiempo me tienen integralmente, vamos al cine, al parque, a la playa, salimos a todas partes, les doy muchos besos y les demuestro mi amor. Cuando llego por la noche entro al cuarto de mis hijos y los abrazo y les digo que tan especiales son y que estoy en la calle trabajando por ellos.
Y CON EL ESPOSO, ¿CÓMO HACES?
Con el esposo es más fácil, imagínate (risas), porque con él duermo.
PERO NO ES SOLAMENTE DORMIR, PORQUE HAY QUE COMPARTIR MUCHAS OTRAS COSAS. ¿QUÉ CONSEJOS LE DAS A LAS MUJERES QUE SU RELACIÓN DE PAREJA SE LES CONVIRTIÓ EN LOS HIJOS?
Bueno por fortuna no es mi caso, pero el secreto es mantener una comunicación buena y productiva, hay mantener viva la pasión, inventarse cosas y programas, ir al cine, hacer esfuerzo para hacer cosas aun estando cansada. Debes ir a la playa, sal a tomar alguito, ve a cenar y a conoce restaurantes, cambia la rutina, piensa en tu pareja siempre, para que él siempre piense en ti. Es importante mantener la diversión con la pareja, nunca la debes descuidar, como tampoco a tus hijos.